domingo, 27 de mayo de 2012

Cuento

 

Juana, Pancho y un secuestro


Estaba Pacho y Juana, cenando chalupas afuera del tianguis de México, mejor conocido como “Tepito”. Juana le dijo a Pancho –oh Pancho ya vámonos, están cerrando todos los locales, ya es muy tarde, aparte recuerda que dicen que este mercado es muy inseguro en la noche- a lo que Pancho respondió –Juana, tu tranquila mujer, esos solo son chismes, déjame echarme otras chalupitas-
Siguieron pasando los minutos y el ambiente cada vez se ponía más tenso, eran las 10 de la noche y el transporte público ya no pasaba por esos rumbos, tenían que caminar hasta una base de taxis que estaba como a 8 cuadras de donde estaban, -Pancho, tengo mucho miedo, esto cada vez se pone más feo, mejor hay que tocar una puerta y pedir prestado un teléfono- a lo que Pancho le contestó –tranquila Juana, ya casi llegamos, no te espantes primor, mejor dame un besito-
Continuaron  caminando, eran recién casados, cuando de pronto, un grupo de pandilleros los atajaron en una cortina de un local, -déjennos en paz, nosotros no les hemos hecho nada, si quieren tomen mi celular y mi cartera pero no le hagan nada a mi mujer- exclamó Pancho, a lo que los vándalos contestaron –ay mi hijo, a mí no me importa tu dinero, lo que me interesa es esta mamacita que está bien rica- Juana muy espantada gritaba- no Pancho no dejes que me hagan algo, ¡auxilio, auxilio! ¡Ayúdenme por favor!
Pancho al ver que estaban abusando de Juana, fue hacia estos hombres con tanta rabia y valor a defenderla, lo recibió un hombre que le nombraba “el negro”
Era alto y gordo, solo pudo ver eso Pancho en la intensa oscuridad en la que se encontraban.
Todo el valor que tenía Pancho, se le convirtió en miedo al ver la gigante masa con la que se iba a enfrentar, fue un encuentro totalmente desigual en el cual apenas pudo salir con vida ya que el hombre cayó inconsciente por un palazo por parte de Panchito.
Pero todo fue demasiado tarde, Juana había desaparecido junto a los otros 5 hombres.
Al comprobar que ya no se encontraba su esposa, lo que hizo fue regresar con el hombre inconsciente y despertarlo para preguntarle el lugar donde se encontraban sus aliados. Todo resultó tan sencillo ya que el hombre cooperó en todo lo que se le preguntó.

Pancho se prometió recuperar a su mujer pero con el paso de los días todo se volvía un abismo donde se desesperaba. Pasaron dos, tres, cuatro semanas, y no daba con el paradero de Juana, durante ese tiempo pasó los momentos más infelices y solitarios de su vida, se culpaba por el secuestro que había sufrido su mujer, hasta que por fin, un día le cruzó la idea por su mente de hacer un plan, puesto que todo ese tiempo que dejó pasar no fue en vano pues estudió las principales casas, en la calle reforma esquina con Emiliano Zapata creyó que tenían a su esposa.
Mientras tanto Juana era torturada y abusada sexualmente por sus secuestradores, se encontraba en pésimas condiciones porque no había salido en mucho tiempo y no la alimentaban de buena manera. Ella exclamaba –auxilio, ayúdenme por favor- y le contestaban- cállate tonta- en ese preciso momento entró Pancho y con valentía atacó a los 3 hombres que resguardaban a Juana, luchó con verdadera fuerza y coraje, al terminar con sus rivales, Pancho fue en busca de su esposa, al llegar al sótano se encontró con una gran sorpresa, Juana tenía unos minutos que había fallecido por falta de alimentos y el maltrato físico que había sufrido a lo largo de esas cuatro semanas.
Jorge Mauricio Téllez Juárez
Rogelio Velázquez Juárez
Armando Moro Beristain

1 comentario:

  1. Muy bueno, han alegrado mi día con sus ocurrencias y el resto se sus creaciones son también super geniales.
    Itzel Camacho

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